dimarts, 15 d’abril del 2008

Tú no quieres pasar hambre.

Tal vez muchos de vosotros detestéis cada palabra que sale de mi boca, por que tienen como rasgo el dolor henchido de las lagrimas de medio mundo, el dolor de un pueblo que por mucho que camina no avanza, un pueblo que mira intentando ver mas allá del polvo levantado por las continuas guerras, y parece no ver nada en el horizonte, que no sean los tanques de las naciones enemigas.

Los países a los que día a día occidente masacramos, sufren la mutilación, la humillación de ser extranjeros en su propia tierra invadida por soldados de sórdidas almas, y duras metralletas, que andan deseosos de encontrar mujeres a las que violar, y niños a los que reclutar.

Las piedras que un día fueron casas, hoy solo son montañas llenas de olvido, el alma de los que han muerto, de los mil veces vencidos en guerras que se alargan durante sufridas batallas, hace que no olvide que la gente muere. El fuego aéreo ha comenzado, la sirena de alarma que hiere mis tímpanos, hace la llamada a la tumba, para huir del asesino.

Tengo un hacha de cortar cabezas, bañada con los ríos de mí tinta y afilada con las letras de mí predica, el propagandista de sueños viajeros, de ideas nunca vencidas, quiero ser el terrorista del estado de consumo, quiero matar a todas las balas perdidas que matan a todo hijo de vecino, quiero construir un pasadizo de la sacristía al mismo infierno, quiero cavar todas las cunetas de los antiguos caminos, para buscar los rescoldos enterrados de aquellas primaveras del 31, pero solo encuentro otoños marchitos, fríos inviernos, que me dicen que la memoria se ha ido contigo.

Cuando seas capaz de observar que el que nos roba es el que nos oprimen, antes que en el compañero obrero que viene a buscar su pan, entonces comprenderás todo lo que digo, solo espero que para entonces no seas tan borrego, de seguir con los ojos pegados a la tele.

Sigamos manteniendo a la gente por sus secreciones reales, sigamos haciendo y manteniendo la guerra por intereses económicos, sigamos haciendo que el mundo muera de hambre, sigamos permitiendo la desigualdad, que yo me bajo del mundo a mirarlo desde aquí.

Javier Martinez Serra

2 comentaris:

Vicente Juan ha dit...

Bon document poètic, però la reflexió necessita també acció.

Sembla que aquestes reflexions es fan en la soledat. I que molt poquetes persones són les que es donen conta de la crua realitat que la televisió tapa. No és així company, no estàs sol.

The (no tan "young" ya) Padawan ha dit...

Demasiado poético para mi...pero razón no te falta amigo mío.
Gracias por el enlace...
21 años??? Joder, me siento viejo.